Aunque se adapta a la peticiones de las novias modernas, son los trajes clásicos con unos parámetros bien definidos (corpiño, falda voluminosa, cola kilométrica y velo) en los que el madrileño brilla como ningún otro en su especie. Ten en cuenta que trabajan cada uno de manera artesenal, siempre bajo cita previa y con una limitación de trajes por temporada, así son tan especiales. Se cobra el córner con un centro que la defensa rechaza en el fondo.