En el segundo tiempo, el equipo dirigido interinamente por Ramón Menezes presentó su tradicional vestimenta amarilla, con un parche en el centro del pecho que rezaba «Com racismo nao tem jogo» (Con racismo no hay juego). Son de plástico PP y se doblan de manera sencilla, sin que la pasta sufra roturas, una vez se coloca el contenido en el centro.