Al parecer, Urzay se quejaba del trato recibido por parte de la directiva, que no habló con él en ningún momento antes de retirar la camiseta, después de que él hubiera cedido los derechos de explotación de la obra y el diseño. Fue lo primero que pensaron muchos trabajadores del Tribunal Provincial Popular de La Habana, en Prado y Teniente Rey.